Desde niño mostró mucha creatividad e interés por la plástica. Con tan solo 4 años, dedicaba largas horas al dibujo de superhéroes y comics, inventando historias fantásticas. En la juventud, se decantó por la ilustración y caricaturas; también por la declamación y poesía.

Siguiendo su vocación artística, ingresa a los 25 años en el Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza de Guayaquil, teniendo como maestros a Luis Peñaherrera, Luis López, el ceramista Moya y el escultor Evelio Tandazo. Estudia en Quito también, con el pintor Oswaldo Moreno, quien lo anima a soltar más su pincelada y crear una expresión consecuente con su fuego vital.

Luego de esto, empieza con mucha fuerza su producción pictórica en donde se refleja su pasión por la figura humana, realiza su primera exposición formal en el Encuentro Latinoamericano de Artistas Plásticos – Asociación Cultural Las Peñas.

A finales de los 90 Valverde realiza varias exposiciones colectivas presentando un arte catalogado como realismo social contemporáneo en donde hace una crítica de la sociedad del momento. En sus cuadros, refleja las emociones y sentimientos del ser humano, que tanto ha palpado en cuerpo y alma. Muestra la belleza de la figura humana, de su espíritu y alma. Sentimientos tan humanos y diferentes como la desesperación, la ternura, los miedos, el abandono, el apoyo y amor de pareja, el perdón.

A partir del año 2017 inicia una etapa altamente productiva, evidenciando un cambio profundo en su obra, su pincelada se vuelve más suelta y vigorosa. La ironía de sus obras anteriores queda atrás para abrazar a un nuevo lenguaje, uno más directo, sincero y humano.